Tormenta Severa En La Meseta De Requena (Valencia). 23/06/2005
Rubén Pérez (Reuwen)
Links a los tópics relacionados en el foro de Meteored:
A pesar de la ausencia de daños de la tormenta, atajada a tiempo por los diferentes impactos de cohetes de yoduro de plata, la tormenta caída sobre la comarca de la Meseta de Requena la tarde del 23 de junio puede considerarse severa, tanto por la intensidad de precipitación registrada en pocos minutos, >46mm en escasos 15min, como por la extensión afectada por la misma, cerca de los 300 km2 en la zona de máxima intensidad de precipitación.
Figura 1
INTRODUCCIÓN
La Meseta de Requena, en el interior de la provincia de Valencia, es la comarca más grande de toda la Comunidad Valenciana, con más de 1500 Km2 de extensión, y un diámetro medio de 45 Km. Es la única meseta del interior valenciano, de clima mediterráneo continentalizado en gran parte de la meseta, sobre todo el este y el sur, y de clima continental en el extremo NO, siendo de media montaña en la zona norte correspondientes a las Sierras del Tejo, Juan Navarro y Negrete.
Figura 4: Mapa correspondiente a la comarca de Meseta de Requena.
A medio camino entre los dominios de la gran Meseta Castellana y del Sistema Ibérico, su situación geográfica es propicia para que las tormentas sean relativamente frecuentes durante la primavera, verano, y el mes de octubre. Suelen ser tormentas breves (de 5 a 10 min.), que se desplazan rápido, con una fuerte intensidad de precipitación, pero con una cantidad total recogida más bien escasa, y muchas veces se tratan de tormentas secas que provocan incendios. En ocasiones las tormentas son más estáticas, y pueden llegar a dejar cantidades brutales (67 mm en 15 minutos en Caudete de Las Fuentes el 25 de agosto de 1996). La pluviosidad media anual de la comarca está entre los 300 mm de las zonas más secas al sur de la Sierra Derrubiada (ladera norte del valle del Río Cabriel) y los 440 mm de las más lluviosas (desde la Vega del Magro hacia el norte). Esta diferencia se debe a la incidencia de las tormentas, que es mayor en la mitad norte de la comarca, ya que forma parte de las primeras estribaciones del Sistema Ibérico, y es donde se produce un importante choque entre las masas de aire recalentado ascendente provenientes de la Meseta en los días de mucha radiación solar, y las masas de aire húmedas de Levante que entran hacia el interior siguiendo el eje del Turia y afluentes, y que alimentan los núcleos convectivos. Pero curiosamente es en la mitad sur comarcal donde se han dado las tormentas severas más fuertes, los pedriscos más destructivos, y los únicos episodios tornádicos conocidos en esta comarca. En resumen, la precipitación debida a tormentas supone de media del 50 al 70 % de la precipitación total del un año, siendo frecuentes las granizadas en verano. En una temporada normal de tormentas, las tormentas severas no suelen faltar a la cita, y dada la gran extensión de la comarca, pocos años son los que alguna zona de la comarca se libra de una tormenta severa. Los núcleos habitados suelen ser las zonas menos afectadas, en especial los grandes núcleos (Requena y Utiel), y los daños se producen en los cultivos (principalmente en viñedos, que es el más extendido con diferencia), montes, pistas forestales, lindes y vías de comunicación secundarias. Las aldeas de la Vega del Magro y de la Rambla de La Albosa (famosa esta última zona por sufrir los pedriscos más destructivos que se conocen en la comarca, y único lugar de la comarca donde se han visto tornados), también sufren daños de consideración en ocasiones. Figura 5: La trayectoria que siguen las tormentas en esta comarca viene dada por la situación sinóptica primero, y luego ya por la orografía. Al ser una gran cubeta que bascula de NO a SE, con una línea de estribaciones al norte, y otra de menor entidad al sur, las tormentas en líneas generales, siguen estos caminos aproximados:
Apuntar que en cualquier punto de las trayectorias dibujadas se puede generar un foco tormentoso. De todas las trayectorias representadas la que afecta con mayor virulencia a la ciudad de Requena es la que sigue un sentido O-E, y otra, que por ser su período de retorno de más de 100 años, no he dibujado, y que son las tormentas generadas en las inmediaciones de la Sierra del Tejo, muy cerca al NE, y que se caracterizan por su persistencia. Son tormentas de incidencia nocturna, y hay algunos episodios relatados en la Historia de Requena. La tormenta del 23 de junio de 2005 fue una tormenta de trayectoria O-E.
Figura 9: Se puede apreciar como las posibilidades de formación de tormentas, en amplias zonas del territorio peninsular, eran muy elevadas. Finalmente así fue...
Figura 12: Claramente se puede observar la trayectoria SO-NE. Mientras los núcleos de Guadalajara y Albacete son los que más se extienden:
Figura 13: A las 16:30 h ya estaban todos los núcleos a las puertas de la comarca, que perfectamente se ve delimitada por los mismos, sin ser afectada por ninguno:
FOTOS Y DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN
A pesar de la ausencia de daños, la tormenta caída sobre la comarca de la Meseta de Requena la tarde del 23 de junio puede considerarse severa, tanto por la intensidad de precipitación registrada en pocos minutos, como por la extensión afectada por la misma (cerca de los 300 km2 en la zona de máxima intensidad de precipitación). La mañana del 23 de junio amaneció espléndida, con algunos restos de las tormentas que en la jornada anterior habían afectado a regiones colindantes (Sur del Sistema Ibérico y Albacete, principalmente). El sol apretaba con fuerza y los pronósticos auguraban una tarde tormentosa. Tras varios meses de escasez de lluvias, y muchas tormentas de escasa precipitación (cuando no eran secas), y algunos conatos de incendios debidos a las mismas, se ansiaba ya la llegada de buenas tormentas que dejaran una buena cantidad de precipitación.
La tarde parecía estar perdida, pues los núcleos que con tanta fuerza habían empezado a surgir en el Centro Peninsular iban perdiendo fuerza en su desplazamiento. Sin embargo a los pocos minutos, esos cúmulos de la Sierra del Moluengo que no amenazaban cuajaron en una pequeña tormenta, cuya supuesta tendencia era seguir rápidamente el mismo recorrido de los otros grandes sistemas convectivos formados horas antes en el Centro y Sureste, es decir, recorrido SO-NE. La sorpresa vino cuando la trayectoria de la tormenta no fue tal, y su desarrollo fue bastante estático, cogiendo fuerza en pocos minutos.
El desplome de semejante cantidad de agua en tan poco tiempo provocaba el desplazamiento repentino de grandes masas de aire, de modo que en la periferia de la tormenta se veían grandes columnas y barreras de polvo avanzando a gran velocidad. Sin embargo en la zona central apenas sopló el viento durante la tormenta.
Figura 18: A las 18:00 h el sistema estaba prácticamente encima del casco urbano de Requena. Detalle de un descomunal funnel-cloud:
Figura 20:
Aproximadamente cerca de las 19:15-19:30 h la tormenta afectaba ya al prelitoral valenciano, con escasa precipitación (9,4 mm recogía el forero Damilme en su estación de Montserrat-Casadalt), pero con más actividad eléctrica que la que afectó a la Meseta de Requena.
Figura 21 y 22: De nuevo, desde Torrente con gran aparato eléctrico:
Y en tan solo 15 minutos:
Sin embargo en zonas próximas como Campo Arcís, a tan solo 5 Km. al sur de Requena, se recogieron solo 14,4 mm, aunque con rachas de viento destacables. La franja de precipitación más intensa fue más bien estrecha, y en la zona de la Vega del Magro afectó más a la ribera sur. La temperatura pasó de los 33 ºC a los 16,4 ºC en los 15 minutos que duró la tormenta.
Figuras 23 y 24: En Venta del Moro, la Rambla de La Albosa, que a su paso por esa localidad va prácticamente seca todo el año, bajaba así unos minutos después de la tormenta:
Era la 19ª tormenta del año, y la primera tormenta severa de la temporada. Gracias a la hora en que se produjo, se pudo atajar su virulencia con los cohetes de yoduro de plata (que se han mostrado en infinidad de ocasiones muy eficaces si se coge la tormenta a tiempo), y el granizo de gran tamaño no hizo acto de presencia. A pesar de la intensidad de precipitación no hubo que lamentar inundaciones, ya que la zona está bien provista de numerosas ramblas y barrancos (y cuyos cauces se respetan), formados a través de los tiempos en una zona propensa a tormentas fuertes, y que desalojan grandes cantidades de agua en poco tiempo. Aun así, la tormenta fue un aviso de lo que pasaría casi mes y medio más tarde en la aldea requenense de Los Isidros.
Agradecer muy especialmente la gran colaboración en el reportaje, aportando sus datos y fotografías desde Torrente, a Javier Romero (Coliflor)
Rubén Pérez (Reuwen) |
© Spain Severe Weather 2010
Colaboran: Diseño web y publicidad :: Meteored.com