En una de las típicas entradas frías de NW en el cantábrico, con chubascos intensos pero muy localizados, vemos la pequeñez del hombre ante los elementos. Un carguero de más de cien metros de largo se dispone a entrar en el puerto de Santander entre los últimos rayos de sol mientras la tormenta se aleja por el este. Además del arco iris parcial podemos ver un raro fenómeno óptico: parte de unos rayos anticrepusculares. Fotografía de nuestro colaborador Miguel Angel de Arriba
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